El Miedo a Empezar: Cómo Convertirlo en Tu Mayor Aliado

Déjame decirte algo: el miedo a empezar puede ser tu mayor aliado

Empezar algo nuevo siempre viene acompañado de un sube y baja de emociones. La emoción de empezar algo nuevo a menudo se mezcla con las dudasy, a veces, con un miedo paralizante. Constantemente te preguntas: ¿Y si no funciona?

Ese puede convertirse en el mayor obstáculo. Pero esto es lo que quiero que sepas: el miedo no es tu enemigo, puede ser tu mayor aliado. Más adelante, compartiré cómo lo enfrento y técnicas que puedes usar para superarlo.

Como mencioné en mi artículo anterior, cuando decidí comenzar mi camino como emprendedora, al principio no sentí miedo; ese miedo vino después.

Miedo a no estar preparada, a fracasar o a no cumplir con mis propias expectativas. Pero descubrí que no estaba sola. El miedo es algo que todos enfrentamos; es una parte natural de cualquier proceso de crecimiento.

Pero, lo que te tengo que decir sobre el miedo, no es eso, sino recalcar que cada uno enfrenta sus miedos de manera diferente, y según como los enfrentes pues será el resultado.

¿Por qué sentimos miedo al empezar algo nuevo?

El miedo a empezar a menudo proviene de:

- Incertidumbre: No saber exactamente cómo resultarán las cosas. Al principio, las emociones pueden nublar tu juicio, pero luego llega la incertidumbre al darte cuenta de que nadie te conoce o tal vez no ven el valor en lo que ofreces.

- Duda de uno mismo: Querer que todo sea perfecto desde el inicio. Admito que es algo con lo que lucho, y superarlo requiere esfuerzo mental. Meditar, orar, caminar, hacer ejercicios, leer es lo que más me ha ayudado a mi.

- Miedo al juicio: Preocuparse por cómo los demás percibirán tu proyecto.

Y sí, muchos evitan hablar de este punto, pero es una realidad. Si permites que estos pensamientos te controlen, no llegarás a ninguna parte, absolutamente a ninguna.

Es importante reconocer que estas emociones son normales, pero no deberían detenerte. En cambio, pueden impulsarte. Puedes usarlas a tu favor y, al escuchar atentamente tu voz interior, convertirlas en una fortaleza.

Yo personalmente hablo con Dios.

Realmente no sé cuáles sean tus creencias, pero cuales quiera que sean las respeto. Pero el hablar con Dios, tomarme el tiempo en la mañana para pedirle que me ayude, me guíe, son unas de las cosas que mas me han ayudado…

¿Cómo convertir el miedo en acción?

Aquí tienes algunas estrategias que me ayudaron a dar el primer paso y que podrían ayudarte a ti también:

1. Acepta el miedo como parte del proceso

El miedo no desaparece, pero puedes aprender a convivir con él. En lugar de luchar contra él, te recomiendo lo siguiente:

Mis padres me enseñaron, alrededor de los 9 o 10 años, a tomar una hoja de papel cada vez que estaba a punto de tomar una decisión importante, ya fuera segura o no, y escribir los pros y los contras. Por supuesto, en ese entonces no entendía qué significaban esas palabras, pero al escribir, llegué a comprender el concepto de cada una.

Pregúntate:

- ¿Qué es lo peor que podría pasar?

- ¿Qué es lo mejor que podría pasar?

Cada vez que hacía este ejercicio, ocurría lo mismo: la lista de "contras" quedaba vacía o tenía solo uno o dos puntos, mientras que la de "pros" se llenaba de ideas. Increíble, ¿verdad? Reflexionar sobre esto ahora me recuerda cómo una lección aparentemente simple puede cambiar por completo cómo tomamos decisiones y pasamos a la acción.

La mayoría de las veces, te darás cuenta de que los beneficios superan con creces cualquier posible inconveniente.

2. Divide tu objetivo en pasos pequeños

Da un paso a la vez.

Si piensas en todo lo que tienes que hacer de una vez, te sentirás paralizado.

Es fácil sentirse abrumado al mirar el panorama general y sobre analizar. Pero en vez de eso, enfócate en metas pequeñas y alcanzables. Cada paso construirá tu confianza para dar el siguiente paso.

Anótalos en papel, en un cuaderno o en un documento digital, y márcalos a medida que los completes.

La satisfacción de ver tu progreso es una de las sensaciones más gratificantes.

3. Rodéate de personas inspiradoras

Hablar con alguien que haya pasado por un camino similar puede brindarte claridad y motivación. Busca una comunidad que te apoye, inspire y te recuerde que no estás solo.

Personalmente, no encontré a nadie físicamente o incluso remotamente cerca de mí. Pero puedo decirte que en las redes sociales puedes encontrar grupos que pueden formar lazos tan fuertes como las amistades. Puedes intercambiar ideas y consejos.

Si logras encontrar aunque sea a una persona que comparta tus ideas, no importa cuán lejos esté, será reconfortante.

He construido amistades que aún valoro hoy. Nos animamos mutuamente, compartimos consejos e incluso hacemos planes juntas.

4. Cambia tu narrativa interna

Si haces el ejercicio de pros y contras, en lugar de enfocarte en lo que podría salir mal, cambia tu enfoque hacia lo que podría salir bien. Este simple cambio de perspectiva puede transformar cómo enfrentas los desafíos.

Este es un ejercicio que hago con frecuencia, y realmente me ha ayudado.

5. Celebra cada hito, por pequeño que sea

Celebra cada logro. Celébralo sin excusas. Abrázate. Mírate en el espejo y recuérdate lo increíble que eres. Felicítate porque cada paso cuenta. Lo más importante, sé agradecido.

Si puedes llevar un diario para anotar tus logros diarios (incluso los pequeños) o escribirlos cada dos días, hazlo. Este hábito cambiará tu perspectiva. Verás que incluso los pasos más pequeños son logros dignos de celebrarse.

El primer paso es el más importante

Dar el primer paso es el acto más valiente que puedes hacer. No esperes sentirte completamente listo, porque la verdad es que nunca lo estarás. La acción construye confianza, y cada paso que das crea el camino hacia tus sueños.

Recuerda, el miedo no está ahí para detenerte; está ahí para recordarte que lo que estás haciendo importa. Si no te desafiara, no valdría la pena. Usa el miedo como combustible.

Hoy quiero invitarte a dar ese primer paso hacia tus sueños. El miedo estará ahí, pero tienes algo mucho más poderoso: tu idea, tu pasión y tu determinación para avanzar. Por eso has llegado hasta aquí, y estoy profundamente agradecida de tenerte en este viaje conmigo.

Este es el momento de empezar, no esperes a mañana, o al próximo Lunes o al próximo año, no hay justificación, comienza ya.

NO esperes por favor a tenerlo todo perfecto.

Con el día a día te darás cuenta de lo que tienes que mejorar.

Y lo más importante: Disfruta el proceso.

Con cariño,

Karina Bordes

Nos vemos el próximo Lunes!

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